Era una princesa que le gustaba engañar. Un día se fue en una calavera de pulpo al mar, quería engañar al Rey para que la busque y así retar al cuidador de ella. Era buena, pero quería que le presten más atención a ella y no a su hermana bebe. Adentro del mar se encontró dos calaveras. Siguió nadando y se encontró 800 piratas malos que la atraparon, ahora si que estaba perdida. Ella sabía Kung Fu y agarró una espada y luchó contra todos los piratas llenos de sangre.
Se despertó y era un sueño, y logró entender por qué no hay que ser celosa.
Se despertó y era un sueño, y logró entender por qué no hay que ser celosa.
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